Episodio 044 Emprendimiento & Éxito. El podcast para emprendedores digitales
¡Feliz y exitoso 2.019!
¿Cómo han ido tu final de año y el principio de este nuevo? ¿has disfrutado de estas fechas?
¡Te deseo mucho éxito en este 2.019!
Este va a ser un gran año y quiero compartirlo contigo a lo largo de todas las semanas, ayudándote a que puedas conseguir todos tus objetivos.
Lo voy a dar todo como te decía para ayudarte a conseguir tus objetivos, tus metas, tus propósitos.
De esto último, es de lo que vamos a hablar hoy. Seguro que estás ya incluso harto porque por todos lados se oye al respecto. A lo mejor deberíamos mandar a la mierda los propósitos de año nuevo.
No. Como tal no creo que haya que hacerlo pero quizá si enfocarlo de otra manera. Quiero darte mi opinión al respecto y ayudarte a que lo tuyo sea mucho más que propósitos.
¿Preparado? ¡Pues dale al play!
Notas del episodio
Episodio 16 Excusas para no emprender
Episodio 25 Deseo ardiente
Episodio 43 Cómo establecer objetivos
Transcripción del episodio
9 de enero…
Lo primero de todo, como todavía no te lo he deseado, ¡Feliz año 2.019!
Sí, ya han pasado varios días. Quizá muchos dependiendo para qué, ¿no?
Por ejemplo, como te decía antes, ¿qué tal tus propósitos de año nuevo?
¡Uy! ¡Espero no haber tocado hueso!
¿Eres de los que se apuntaron al gimnasio el día 2 a primera hora y hoy cuando ha sonado el despertador lo has apagado? ¿O directamente hoy ya ni lo pusiste?
Si eres de esa clase… ¡bienvenido al club! Jaja.
¿Qué nos ocurre con los propósitos de año nuevo? ¿Qué especie de maldición tienen que los convierte en incumplibles? ¿Hay alguna fuerza maligna que nos obliga a todos a decir ese famoso “este año voy a…” para luego hacernos sentir mal?
¿Por qué no cumplimos nuestros propósitos?
Cada vez que llega nochevieja, ya hemos formulado en diferentes momentos nuestros propósitos para el año siguiente.
Nada más brindar por el nuevo año, empezamos con el ritual de verbalizarlos y a los dos días ya nos estamos arrepintiendo, sobre todo de haber abierto la boca y que nos vayan a preguntar.
¡Qué mal llevamos eso de tener que desdecirnos!
Y que bien acabamos haciendo eso de “Donde dije digo, digo Diego”.
Existen varios motivos por los que no llevamos a buen puerto nuestros propósitos. Entre ellos hay tres fundamentales.
No lo quieres
¡Sí! Aunque no te lo creas, o quizá ahora al escucharlo te des cuenta, muchas veces no quieres lo que te propones.
Resulta que si te lo has propuesto es más por lo que te dicen los demás que porque tú quieras eso, porque en el fondo sabes que te podría venir bien…
O muchas veces lo que ocurre es que lo quieres, pero de cabeza. Digamos que tienes que quererlo con el corazón, no con la razón. Que tienes que desearlo ardientemente como hablábamos en el episodio 25. Demasiado a menudo es más un “tengo que…” que un “deseo…”.
Cualquier meta tiene que nacer del deseo, del sentir de verdad lo que se quiere, no de decirlo.
Por poner un ejemplo, quizá el más típico, cuando llega el 1 de enero el propósito más repetido es el de adelgazar, con todo lo que conlleva, eso de estar más sano, hacer ejercicio, comer mejor…
Pero en la mayoría de los casos o bien es porque te lo comentan mucho desde fuera o bien porque te gustaría encontrarte mejor, pero más por gusto que por deseo.
Así… ¡es complicadísimo!
No por cambiar de día, de año, de momento en concreto cambia la situación, porque no es el día lo que tiene que cambiar, eres tú. Lo que hace que no lo consigas no es que no sea el momento, ya sabes que no existe el momento perfecto como también hablábamos en el episodio de las excusas.
El que tiene que ser diferente no es el 2.019, eres tú. Y desearlo de tal manera que te pongas en movimiento.
Por eso el primer motivo por el que no conseguirás sino tus propósitos es que en realidad no lo quieres.
Dispersión
Suele ocurrir que el propósito es en realidad propósitos y esto trae consigo unas complicaciones enormes.
Como se suele decir, “quien mucho abarca, poco aprieta”. La dispersión hace que se pierda foco y de esa manera tendrás que dirigir tus fuerzas en muchas direcciones, con lo que es muy complicado avanzar en lo que te propones y por tanto aumentan las posibilidades de abandonar.
¡Nada de decenas de propósitos, de uno en uno, por favor!
Por seguir con el ejemplo anterior, olvidando tooooooodas las dietas milagro que existen, la única forma de adelgazar adecuadamente exige una buena alimentación, ejercicio, eliminar vicios, beber mucho agua… vamos, ¡casi nada!
Si te propones eso como propósito de año nuevo, normal que a los dos días desfallezcas. Eso exige un cambio de vida radical y es prácticamente imposible.
Cualquier meta que nos propongamos ha de ser realista como ya veíamos en el último episodio del año respecto a los objetivos. Y esa de realista tiene poco, pero que muy poco.
Compromiso
Aunque estamos enamorados en esta sociedad de la palabra esfuerzo, nos cuesta horrores esforzarnos.
Es cierto que tenemos determinación, pero quizá no la suficiente y recuerda que el compromiso, como te mencionaba en otros episodios a través de esa frase de Francisco Alcaide es “hacer lo que haga falta, el tiempo que haga falta”.
Estamos dispuestos a hacer de todo, somos unos sacrificados, pero de ahí a todo el tiempo que haga falta… ¡eso ya son palabras mayores!
Solo si de verdad sientes tu propósito y lo conviertes en una meta será posible que no abandones a los dos días, porque en realidad ante la adversidad seguirás sintiendo el deseo de conseguirlo.
¿Y cuál es el mejor aliado para conseguir propósitos? el objetivo.
Un propósito es algo simplón.
Por lo general un propósito es eso que te planteas de cualquier forma, o más bien, que simplemente te planteas diciéndolo.
Ésa es la consistencia que tiene. Y siendo así… Pues ya sabemos que las palabras se las lleva el viento.
La mejor forma para pasar de un inocente propósito a uno firme es convertirlo en un objetivo.
En el anterior episodio te hablé sobre los objetivos, así que no quiero repetirme y si no lo escuchaste te recomiendo que lo hagas. Todavía estás a tiempo de no perder los casi 360 días que te quedan por delante de este 2.019.
Mi regalo de reyes
Y antes de terminar quiero hacerte un regalo para empezar el año. ¡Sí, un regalo de Reyes!
¿Has dejado ya de lado tus propósitos para este 2.019? ¡Espero que no! Pero si, por el motivo que sea, han quedado a un lado, quiero ayudarte a establecer tus propósitos y crear tus objetivos ya sean personales o profesionales para este año.
Te regalo media hora de consultoría gratuita para poder hablar tranquilamente del punto en el que te encuentras y ayudarte a enfocar en el camino correcto para establecer tus objetivos.
Entiendo que en media hora no es posible todo el proceso que habría detrás, por supuesto, pero cuanto menos, si estás interesado, quiero ayudarte a analizar la situación y facilitarte las pautas adecuadas para que tú luego puedas establecer tus objetivos para este 2.019 correctamente.
Te propongo que vayas a iniciatumarketing.com y me envíes un e-mail a través de la página de contacto contándome brevemente tu situación y ya concretamos en qué momento nos es más beneficioso quedar.
Por motivos obvios de disponibilidad, puesto que el tiempo es limitado, el regalo será para las 3 primeras personas interesadas.
¡No te lo pienses, es gratis, y más importante aún, tienes todavía todo el 2.019 para enfocarte en el camino para conseguir tus propósitos! 😉
4 comentarios en «A la mierda tus propósitos de año nuevo»
Hola Fernando, genial tu blog que de cosas tenemos en común!
Yo me tengo que confesar como una loca de los objetivos, en lo personal y en lo profesional. Pero siempre por escrito, que las palabras se las lleva el viento… jejeje
Un abrazo y enhorabuena
¡Hola Elena!
¡Qué ilusión verte por el blog! ¡Sí, hay muchas cosas en común!
La verdad es que los objetivos es algo a lo que la inmensa mayoría de las personas no le damos la importancia que tienen y eso que está más que demostrado que sin ello el éxito es prácticamente un imposible.
Por supuesto, siempre por escrito y soy de los que opinan que el objetivo principal tiene que estar en algún lugar que veas todos los días y a poder ser varias veces para no perder el foco.
Esta es tu casa para cuando quieras pasarte.
Un saludo
Tienes toda la razón , la verdad que yo nunca he pensado en propósitos para el año siguiente , siempre estoy pensando en objetivos , durante todo el año y es cierto que cuando los marco sigo el camino para conseguirlos, porque soy constante y comprometida. Son causas ajenas a mi voluntad las que me apartan del camino y eso e enoja mucho.
¡Hola Nuria!
Me alegra que estés de acuerdo con el planteamiento, y mucho más que seas de las personas que se marcan objetivos.
Sin duda, constancia y compromiso son dos aspectos imprescindibles para el éxito.
Muchas gracias por tu comentario.
Un saludo