El valor de la ayuda de los demás

Episodio 055 Emprendimiento & Éxito. El podcast para emprendedores digitales

Siempre te digo antes de empezar cada episodio que si te gusta el podcast me dejes una reseña y una valoración 5 estrellas en iTunes.

Sí, te lo pido directamente. No has de dar tú por supuesto que pueda quererlo o necesitarlo, incluso no tienes ni porque saberlo.

¿Es lícito que te lo pida? ¿Hasta qué punto parece casi un chantaje emocional puesto que vas a escuchar el episodio? ¿Es pedir ayuda o es echarle morro?

Hay quien opina de diferente manera. Y lo sé perfectamente porque me he encontrado quien me ha dicho que qué jeta por pedirlo y a quien aun sin apenas conocimientos informáticos como para poder dejarla fácilmente ha hecho todo lo posible para indicar lo que le parece el podcast.

Lo que de fijo está claro es que si alguien quiere que su podcast (o cualquier cosa en esta vida) llegue lejos, necesita del resto de personas y de eso es de lo que hoy quiero que conversemos tu y yo. Del valor de la ayuda de los demás.

¿Te parece? ¡Pues dale al play!

Transcripción del episodio

Bueno, ¿ya me has dejado la reseña y la valoración 5 estrellas? No seguirás escuchando sin hacerlo, no?

Na, es broma.

Era para retomar por donde te iba comentando antes en la introducción.

¿Por qué quiero las reseñas? Podrías pensar que por un acto egoico y vanidoso de poder ver que el podcast es la hostia y gusta.

Nada más lejos de la realidad. Considero que como a todo el mundo no me amarga un dulce pero no soy mucho de que me den palmaditas.

Para mí el hecho de que a una sola persona el episodio le ayude, ya merece la pena el trabajo que hay detrás y las horas que hecho para que esté todo correcto.

El único fin es poder llegar a más gente y que en vez de a una pueda ayudar a dos, si luego a tres, a 10, 100, 1000 o un millón.

Al principio del episodio, desde el primero de ellos, te doy las gracias por estar ahí. Y es sincero. No lo hago por quedar bien. Esta guay todo eso del postureo pero no es para mí.

Es porque si tú no estás, ¿de qué carajo sirve esto?

Hace tiempo escuché a Kutxi Romero, el cantante de Marea decir algo que me gustó mucho.

“Muchos de los artistas se piensan que toda esa gente está ahí abajo mirándoles porque ellos están arriba, cuando en realidad ellos están ahí arriba porque toda esa gente está ahí abajo”.

Nadie somos nada sin el resto.

Y entiéndeme, no me refiero a que si no tienes gente a tu alrededor no valgas nada, eh? Como persona vales un mundo. O como diría una amiga mía, un potosí.

Pero si quieres llegar lejos, necesitas de los demás.

En esta vida todo, sí, todo, es relaciones.

Por eso te digo que gracias por estar ahí, por escuchar el podcast porque sin ti todo esto no tiene sentido.

Y entonces… ¿a partir de ahora a aprovecharnos del resto de personas?

¡No, hombre, no!

Puedes ayudarte de los demás ayudando a los demás.

Si quieres conseguir algo valioso en esta vida vas a necesitar de gente.

Todas las cosas grandes en esta vida, desde el hecho de formar una familia, tener una empresa… necesita de personas.

Ir solo por la vida es dificilísimo. Y además antes o después te pararías, porque es imposible llegar lejos solo.

Ya lo dice ese proverbio africano que tanto repetimos todos últimamente de “Si quieres ir rápido, ve solo; si quieres llegar lejos, ve acompañado”.

Y es que es una gran verdad.

Todos necesitamos del resto para avanzar en la vida.

Pero no podemos ir pidiendo y pidiendo o esperando que el resto nos den porque sí.

En esta vida hay una de esas muchas leyes que no enseñan en la escuela. La ley del dar y recibir.

Así que si quieres recibir, antes da. Y da mucho.

Cómo decía Dale Carnegie en “Cómo ganar amigos e influir en las personas” para ser interesante, interésate por los demás.

Hemos de ser interesante. Que no interesados. Es muy diferente.

Y como te decía, para ser interesante lo mejor que puedes hacer es interesarte por el resto de personas y hacerlo de manera desinteresada.

Todos al final nos damos cuenta de quién nos está ayudando o se está interesando porque sí a quien lo está haciendo buscando algo a cambio.

Pedir favores está genial. De hecho muchas veces pecamos de autosuficientes y pedimos demasiado poco ayuda (aunque ese es otro tema).

Pero para recibir antes procura siempre haber dado y como te decía de manera desinteresada. Meramente por el hecho de ayudar.

Igual que no halagas buscando el halago o no admiras buscando la admiración, no ayudes buscando la ayuda.

Si quieres llegar a contar con una red de relaciones potente, lo mejor es que empieces a crearla desde el más puro amor y desinterés aunque suene muy hierbas.

¿Qué puedes hacer para ello?

Te digo dos hechos que puedes llevar a cabo en tu día a día de manera muy, pero que muy, sencilla para empezar a crear esas relaciones.

Lo primero, como ya te mencionaba, haz favores.

Cuando alguien recibe ayuda de otra persona de manera desinteresada esa persona lo tiene en cuenta.

No me digas que tú mismo no lo haces. Alguien te ayuda y te lo apuntas. Internamente me refiero. No digo que lleves en una libreta un marcador con los favores para pagarlos o intentar pagarlos. No funciona así.

Al ayudar estás generando cierto grado de amistad por así decirlo. La persona te tiene en cuenta y aunque no lo hagas con intención de cobrártelo, esa persona se siente en deuda. Somos así.

Si encuentras erratas en la web de alguien, envíale unas capturas para que lo sepa y pueda modificarlo.

Si crees que un artículo le podría ser de utilidad para una persona, envíaselo.

Ni siquiera estoy hablando como puedes ver de que hagas actos increíblemente grandes.

Por supuesto, cuanto más grande es el favor, más en cuenta todos lo tenemos.

Así que si quieres recibir ayuda en esta vida, entonces ayuda. A fin de cuentas el universo busca el equilibrio y si ayudas y ayudas y ayudas… Todo ese valor que has puesto en movimiento y en un lado de la balanza llegará a ti.

Lo segundo, halaga.

Halaga de corazón, desde la verdad.

No consiste en que a partir de ahora seas una persona falsa y vayas a todo el mundo llenándole de palabras bonitas pero al mismo tiempo vacías.

Si consideras que un artículo es bueno y te ha aportado, házselo saber. Si el plato de comida que te han servido te ha parecido exquisito, házselo saber también… Y así con todo.

Que nos reconozcan nuestros logros nos hace sentir muy bien y siempre tenemos en cuenta de quien ha venido.

Como puedes ver, son dos hechos muy sencillos y que pueden parecer una tontería, pero que a lo largo del tiempo cambian mucho las cosas.

Por supuesto, esto es porque quieres relaciones verdaderas y honestas, de esas que no se crean de la noche a la mañana, porque nada bueno en esta vida se crea así.

Si quieres recibir valor, empieza por aportarlo a los demás y, antes o después, lo recibirás en tu vida. Es ley.